Ya no podemos esperar otra cosa: El cambio climático extremadamente forzado por el ser humano, está afectando la agricultura de todos los países en la tierra y la seguridad alimentaria de sus poblaciones.
Una gran oportunidad entonces para redescubrir y reactivar tesoros naturales tradicionales que hemos descuidado por la prepotencia del hombre de la era industrial.
Así que a redescubrir y reactivar -entre otros- también el AMARANTO, el llamado „alimento del futuro“: mejor alimento de origen vegetal para el consumo humano por la composición y concentración de sus componentes y por eso recomendado para combatir el hambre en el mundo; capaz de crecer en suelos secos y salinos y mejorarlos también para otros cultivos; modelo de buenas prácticas en lo que se refiere a ciclos cerrados económicos locales y regionales, base de una economía solidaria y soberanía alimentaria duraderas.
Parece que todo ello fue motivo porque las antiguas civilizaciones altas al dulce de amaranto le pusieron el nombre „alegría“. Y no por último: La esencia estilo flores de Bach de la flor de amaranto ayuda a personas en estados mentales alterados, de profundo dolor y de melancolía, más levanta el sistema imunológico.
Vamos, pues … ¡a producir y consumir fuerza y alegría!